La mayoría de las estrellas del pop moverían cielo y tierra para asistir a la Met Gala. Pero para Bad Bunny, una de las figuras más idiosincráticas de la música, solo era otro lunes por la noche. “Obviamente estoy contento de que me hayan invitado”, dijo mientras giraba de un lado a otro en una silla giratoria de cuero en los venerados Electric Lady Studios de Nueva York, cuando faltaban unas 48 horas para el exclusivo evento de alta costura. “Sé que ese día va a ser algo emocionante. ¡Pero tengo mucho trabajo esta semana!”, afirmó.