Transcurría el año 1963 cuando la francesa Annie Ernaux supo que estaba embarazada, producto de un romance con un joven con el que solo volvió a tener contacto para darle la noticia. En esa época cursaba sus estudios de literatura en la ciudad de Ruan; a sus 23 años tenía sueños por delante y una madre que la inspeccionaba todo el tiempo. Cuando el certificado médico llegó a sus manos con los resultados, los rompió con la determinación de terminar con su embarazo.