El periodista y abogado Diego Oquendo Silva (Quito, 1938) ha publicado, con la casa Dinediciones, su autobiografía, titulada El lugar donde vengo–memorias, en el que visita episodios de su pasado, desde la infancia, pasando por el inicio de su carrera en la comunicación, a mediados de la década de 1960, hasta la actualidad.
Los primeros escritos, entregados en forma de relatos cortos, datan de inicios de los 70. Allí Oquendo explica por qué, desde pequeño, se alojó en él una sensación de orfandad y soledad. Viviendo a temporadas entre su padre y su madre; el afecto, admiración y frustración que le inspiró su hermano mayor, “un artista de la cabeza a los pies”, maestro de la guitarra clásica.
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La nostalgia de su hogar en el barrio El Dorado, que hasta la época del relato se mantenía intacta. La generosidad y la visión de su padrino. La sensación de abandono. “El sufrimiento, después de todo, es una experiencia que nos humaniza”.
A los relatos familiares se siguen las primeras experiencias en la televisión (hizo periodismo escrito, radial y televisivo), en el programa de entrevistas en vivo Ante la opinión. La primera pregunta, recuerda, terminó en un alboroto, fue desafiado a duelo frente a los televidentes.
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Otra entrevista en ese mismo programa vio la acusación de doble identidad contra Assad Bucaram, así que se fue a Panamá, donde este vivía desterrado, a buscarlo. Fue en diciembre de 1971, y la entrevista, difundida cerca de Navidad, logró desmentir el rumor. Bucaram fallecería en 1981.
Hay anécdotas de su tensa relación con José María Velasco Ibarra, mientras este estaba en su último periodo presidencial. Y una especie de reconciliación en el último año de la vida del político, 1979.
La vida profesional, definitivamente, marca estas memorias. Oquendo ha escogido algunas entrevistas, como a Mario Vargas Llosa, en 1983, y otra en la que toma el rol de entrevistado frente a Diego Araujo Sánchez, en 1992. Pero lo personal y lo poético conservan mucha fuerza en las más de 500 páginas.
Pero también, hacia el final, hay un sentido homenaje a tres voces percibida por Oquendo como poéticas “sumidas en el silencio”. Ha querido darles voz, décadas después de haberlos leído por primera vez, incluyendo algunos versos de ellos y otros escritos por él para ellos. Son el guayaquileño David Ledesma Vásquez, muerto en 1961, a los 27 años, por suicidio. El presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy, asesinado en 1963. Y el Ernesto Che Guevara, de cuya ejecución en 1967 hace un recuento.
Oquendo es autor de poemas, cuentos, entrevistas, reportajes y ensayos, reunidos en Asomado a la gente (1974), premio nacional de poesía de Diario EL UNIVERSO; Frente a frente (1977); Julio César, el niño de San Vicente (1991); Voces en el papel (2007); Una piedra en el zapato (2008); El sueño irrenunciable de la libertad (2011); Acerca del Hada y el Hombre Intenso y otros poemas que iluminó el olvido (2013) y Los pájaros prefieren volar en la tierra (2019). Se retiró de la actividad periodística en 2022, cuando era la voz del programa Buenos días, de radio Visión.
El lugar de donde vengo se presentó en noviembre de 2024 en la Universidad San Francisco de Quito: puede adquirirse directamente en el sitio web Dinediciones.com. (F)