Si su amigo secreto es un lector apasionado, sin duda alguna un libro es el mejor regalo de Navidad. Pero también esta fecha puede ser una gran oportunidad para despertar en alguien ‘el bichito’ de la lectura y como obsequio transportarlo a un mundo infinito de posibilidades de navegar por los mares de la fantasía, el romance, el terror, lo policiaco o lo inquietante.
Este año han nacido nuevos escritores, han regresado a publicar algunos otros y se han vuelto a editar joyas de la literatura después de muchos años. Es por eso que a continuación le mostramos unas ‘exquisitas’ recomendaciones ecuatorianas dadas por la editorial Planeta.
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Arranca este top con Las máscaras que hemos sido, de Óscar Vela, una colección de cuentos y relatos en la que los verdaderos rostros quedan al descubierto, destruyendo vidas, cambiando las percepciones sobre alguien o simplemente revelando el origen de algo.
La segunda recomendación llega con tonos falsamente históricos y filosóficos, se trata de Mal de espejos, de Edwin Alcarás. Este relato conduce al lector hacia el lado B de las narraciones oficiales para encontrar que inventar el pasado de su familia se parece mucho a inventar la historia de su literatura y de su nación.
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Esta siguiente sugerencia habla del arte, el dolor y el vértigo de estar vivos, es Donde el sol pierde su reino, de Adolfo Macías. Su historia sigue a un joven bailarín que tras caer del escenario deberá enfrentar las consecuencias de una adicción que consume sus días. Poco a poco la trama principal revelará entre sus grietas una infancia que le dejó a cuestas una madre desaparecida y una abuela con delirios de grandeza.
Y si de amor por la literatura hablamos, qué mejor obsequio que Bruma, de Miguel Molina, un refrescante viaje por el mundo de los libros, sus escritores y Barcelona. Molina retrata a Emilio, un joven periodista de Ecuador que invierte todos sus ahorros para ir a España a estudiar y escribir una obra que lo convierta en una leyenda de la literatura latinoamericana.
En esta lista no podía faltar la maravillosa Natalia García Freire con sus libros Trajiste contigo el viento y Nuestra piel muerta. En su obra traslada al lector al imaginario pueblo de Cocuán, que en su historia lo presenta como un lugar perdido, olvidado y que está a punto de desaparecer de la memoria.
Y la sorpresa del año: la edición conmemorativa de El rincón de los justos, de Jorge Velasco Mackenzie, que retrata de manera magistral el realismo social y la marginalidad de Guayaquil de aquel tiempo. Los personajes que habitan en la novela son extraídos de la marginalidad, ellos transitan por varios sentimientos, como el amor, el odio, la lujuria y hasta la venganza de muerte.
Ernesto Carrión este año publicó su acertada obra Triángulo fúser, que bien podría ser un excelente regalo para los que siguen la vida del Che Guevara, ya que su historia habla de los dos meses que el argentino estuvo en Guayaquil en 1953. Su obra presenta a dos compañeros universitarios que van tras la pista de la estadía del revolucionario, para escribir un guion para su clase de cine. La poca información de este acontecimiento hace la tarea casi imposible.
En su lista de sugerencias también incluye a Mariasol Pons con su libro La chica; a Carlos Vásconez con su libro El hijo de las dos memorias; a Carlos Arcos Cabrera con su obra El invitado; a Íñigo Salvador con Miércoles Santo; Leonardo Valencia por su libro Ensayos en caída libre; a Santiago Páez por Las terribles chicas puma; Víctor Cabezas por Leyes y leyendas, siete juicios que cambiaron la historia; Jorge Salvador Lara por Breve historia contemporánea del Ecuador; y Claudia González por Amar no cuesta tanto. (I)
