Ante el sentimiento de intoxicación derivado del coronavirus, muchos lectores encontraron un refugio que les permitía desconectar de la realidad en la ficción japonesa o literatura “amable” (Cozy fiction) de autores como Satoshi Yagisawa o Toshikazu Kawaguchi, que se caracteriza por tramas que transmiten paz y seguridad y con abundancia de café y gatos.