La estrella del medio tiempo Super Bowl LVIII, el cantante Usher, cumplió parcialmente con las expectativas de los fanáticos que esperaban que invitara a sus colaboradores más cercanos en sus 30 años de carrera.
El músico empezó con su hit de 2004 Caught Up y continuó con Superstar, del mismo año. Inmediatamente se le unió la cantautora Alicia Keys con If I Ain’t Got You.
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Ambos luego fueron por su colaboración romántica, también de 2004, My Boo.
Al escenario llegó también, en patines, la cantante y multiinstrumentista H.E.R., pero no fue la única sorpresa de la noche.
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El rapero Lil Jon estuvo allí, como también Will.i.am, y ambos acompañaron a Usher con la presentación de la muy esperada canción Yeah! y le permitieron mostrar sus dotes de bailarín. Incluso lo hizo en patines, como había dejado entrever en los ensayos.
Lamentablemente, los deseos de ver a Beyoncé y a Justin Bieber, que muchos habían manifestado, quedaron para una próxima ocasión.
Entre los aficionados al artista está la famosa tenista Serena Williams, quien ya a las 20:15 se preguntaba ¿qué hora es? “Hora de Usher!”.
Rodeado de su equipo de seguridad y vestido de blanco, Usher caminó por los túneles que lo llevaron al escenario en total seriedad y concentración, mientras en las redes los seguidores se impacientaban ante el análisis deportivo y pedían que el show empezara inmediatamente.
Usher presentó el pasado viernes 9 de febrero su nuevo álbum, Coming Home. No había tenido producción discográfica desde Hard II Love (2016). (E)