Hace cinco años, ella fue Manuela Sáenz en la producción de Caracol TV Bolívar, un drama histórico que se vio en nuestro país a través de la plataforma de streaming Netflix. Hoy, la actriz Shany Nadan está de vuelta en su ciudad natal, Guayaquil, a cargo de la productora audiovisual Umami, y a punto de embarcarse en nuevos proyectos.

“Busco tratar de producir a nivel nacional. Mi idea es, eventualmente, producir ficción en el país, con talento ecuatoriano, con calidad de exportación. Estamos creciendo”, dice de la idea que concretó con su socio, el director y guionista Daniel Llanos.

Shany ha hecho cine (Siete cabezas, 2016; Minuto final, Afuera del tiempo, 2017; Sicosexual, 2018), y pronto podría volver a ese medio, a una coproducción ecuatoriana, italiana y colombiana, sobre la historia del cacao ecuatoriano, producida por la creadora del festival de cine y artes visuales Guayafest, Daniela Creamer.

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Ya hay un teaser, y Shany revela que tiene un papel secundario en este proyecto que, espera, se realizará próximamente, con la participación de los actores colombianos Carlos Torres y Lucho Velasco, y los italianos Giancarlo Giannini y Ornella Muti.

Talleres y diseño de modas, las otras facetas de Shany Nadan

Recientemente fue elegida como imagen de la plataforma Herencia Latina, de la firma de alta joyería Luis González, que busca impulsar a los artistas locales y a la industria del cine. “Estoy entrando en mi faceta de diseñadora”, comenta. “Me encanta el diseño y el arte, y tendremos una colaboración a futuro”.

El aspecto del diseño se manifiesta también a través de su propia marca de carteras, Tinta Melón, con productos hechos con mano de obra y materia prima nacional.

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¿Qué hay de la televisión? “Sí hay oportunidades en Colombia, pero ahora mismo quiero estar un poco más en Ecuador; desde hace dos años he estado buscando aterrizar”. Por ejemplo, va a estrenarse como productora de una película. “Me parece interesante, me encanta la figura de estar detrás de cámara. Queremos utilizar talento local y apostar por nuevos rostros, y sacar una película nacional, que estaríamos estrenando el próximo año. No puedo decir más, pero esto me tiene emocionada”.

El interés de Shany por dar a conocer a Ecuador viene de su experiencia trabajando fuera, pues se ha dado cuenta de que falta presencia de la imagen del país. “La gente no sabe mucho de Ecuador, cómo somos a nivel cultural, cuáles son nuestros talentos. Conocen ciertos nombres, que han sido superimportantes, pero nos hace falta crear una identidad nacional en el ámbito audiovisual”.

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Reflexiona en que la producción en esta área ha disminuido en los últimos años. “Pero sí vi un montón de Masterchef Celebrity, me encanta. Yo creo que me iría bien cocinando, y si no, mi tenacidad y mi disciplina harían que me vaya bien”.

A esto se suma su desempeño como tallerista y profesora de actuación. “Hicimos un taller que se llama Auténtica, y también estoy dando clases de actuación; literalmente estoy explorando muchos aspectos para los que antes no había tenido tiempo. Las charlas me hacen feliz porque me permiten conectar con el público de una manera diferente”.

Las clases y talleres se anuncian en sus redes sociales (@shanynadanz), donde actualmente se aprecia información del curso de marca personal, estrategia y comunicación BrandTalk, que conduce en conjunto con Eliana Navarrete. “No los doy todo el tiempo, hago 2 o 3 al año, cuando coloque la información, podrán conectarse”. Las sesiones de actuación son presenciales.

En cuanto al teatro, está esperando ver qué producciones se anuncian para este año. “He hecho más drama, pero hice Te quiero, muñeca (2017, con la dirección de Wilson García), que fue una obra de comedia, y me encantó; me gustaría volver a explorarla”. Le gustaría volver a ser dirigida por Jaime Tamariz. “Amé trabajar con Jaime, me encantó, me divierte mucho”. Y por Christian Valencia: “Él hace unos musicales espectaculares (aunque yo no canto)”.

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Ahora, Shany está decidida a permanecer en Ecuador, pero los viajes son inevitables. “Me la paso viajando; estuve en Galápagos, Manabí y Cuenca, ahora me voy a Quito”, a grabar un cortometraje. “El lugar que más me gusta es el Cotopaxi, me parece una de las bellezas más grandes. Amo las costas de Ecuador, toda la ruta del Spondylus. Baños, Riobamba, me fascina Otavalo. Estoy feliz de estar en mi país. Me hacía falta estar de vuelta. A veces, en el ritmo tan ajetreado que se maneja en la industria audiovisual, no queda tiempo para las cosas que uno quiere. Yo estoy feliz de haberme regresado, de haberme tomado un tiempo para redireccionar mis proyectos y dedicarme a mi salud, a mi familia y a mis amistades”. (E)