Luego de una temporada sobre su obra más personal, escrita por él, El juego de ser perfecto, en El Teatro de Quito, el actor ecuatoriano Roberto Manrique abre otro frente en Guayaquil, la exposición de dibujos Romanticismo apocalíptico, una colección creada en pospandemia y destinada a reunir fondos para la fundación Sor Dominga Bocca.

Manrique ya tuvo una primera exposición, Todo está conectado, en 2021, que reflejaba los pensamientos vividos durante la cuarentena de 2020, en momentos desafiantes para la salud mental; tenían un tono de esperanza para el futuro de la humanidad. La actual presentación, en cambio, es un intento del artista por entender su propia mente, sus dificultades, sus ansiedades; es un esfuerzo por estar en paz.

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Manrique ha estado relacionado con la causa ambiental, y ahora busca colaborar en otro aspecto. “Decidí apoyar a la fundación Sor Domingo Bocca, que es una fundación de la cual mi madre es vicepresidenta desde hace algunos años”. Es un albergue para niñas cuyos derechos han sido vulnerados; les da acogida, atención y cuidado médico, psicológico y educativo, mientras se gestiona la posibilidad de volver a un espacio seguro.

A veces, explica, el proceso es corto, pero para algunas niñas puede ser largo y complicado. “Es una situación que he visto de primera mano, con el esfuerzo de mi madre, que ha elegido dedicarse a una causa tan dura, porque el abuso infantil en todas sus formas está bien arriba en la cadena de las problemáticas difíciles de ver, de escuchar y de atender. Es un trabajo delicado que se hace con pocos recursos”.

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Todas las obras de Romanticismo apocalíptico están a la venta, y los fondos serán donados a la fundación. La muestra está en el restaurante Simales (Batán Town Center, segundo piso).”Usted puede ir tomarse un café o a comer, puede ser un plan familiar o un plan romántico”. El horario de atención es martes y miércoles de 13:00 a 22:00; jueves, viernes y sábado de 13:00 a 02:00.

El enfoque de Manrique ahora es dramatúrgico, y está en El juego de ser perfecto. “Escribí por primera vez esta pieza que estrenamos en Quito en septiembre; es un monólogo sobre mi vida, en donde me muestro como nunca antes y abro mi corazón de una forma poderosa, y ha sido increíble”.

La temporada de noviemvre en Guayaquil tuvo que ser cancelada por la situación del país. Prefiere esperar a que el panorama sea más favorable para anunciar nuevas fechas. “En febrero tengo temporada en Bogotá; en mayo, en Miami; llegará el momento en el que tenga teatro en Guayaquil otra vez”. (E)