El intercambio de camisetas entre el portero de Ecuador Hernán Galíndez y el delantero argentino Lionel Messi, en el partido de eliminatorias al Mundial de Fútbol de 2026, ha generado sentimientos encontrados en los hinchas, comunicadores deportivos y el resto de expertos declarados en las redes sociales sobre el tema.
El encuentro futbolístico que tuvo lugar la semana pasada, el jueves 7 de septiembre, hasta ahora da de qué hablar. Por un lado, un sector dice que fue un “gran botín” el que agarró Galíndez con la camiseta del capitán de la selección campeón del mundo. Algunos, en cambio, lo consideran indignante.
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Pero otros lo han visto como algo muy natural, siempre los jugadores se intercambian camisetas al final de los partidos. Aunque en este caso hay más de una razón especial para este intercambio.
Resulta que el arquero de la selección tricolor también es argentino de nacimiento (naturalizado ecuatoriano). Incluso compartió su infancia con el astro Messi, ambos nacidos en Rosario, donde disputaron torneos infantiles, en equipos contrarios. De ahí que la semana pasada no fue la primera cita en la que Messi le marcó un gol a Galíndez.
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“El primer gol que me hicieron en mi vida me lo hizo Messi. Fuimos vecinos en Rosario y tenemos la misma edad, por lo que nos enfrentamos muchas veces”, escribió una nota de ESPN citando a Galíndez.
“Lionel Messi es un ejemplo. Muchas veces escucho que dicen que Messi no hizo esfuerzos, que ganó todo en Barcelona, que es millonario. Pero Messi tuvo que dejar a los 12 años toda su vida, sus amigos, su colegio, para saber si podía ser jugador de fútbol. Ese el esfuerzo que tuvo que hacer”, agregó Galíndez al recordar las dificultades que Leo tuvo que enfrentar en su carrera.
“Cuando debuté en Central me tocó descender a los seis meses. Rosario es una ciudad que vive mucho el fútbol y la pasé mal. Sufrí amenazas y hasta pensé en dejar el fútbol. Ecuador me dio la chance de volver a jugar al fútbol. Fue un renacer para mí llegar a Universidad Católica en 2012″, señaló.
En otra entrevista, a diario Olé en el 2020, cuando era arquero de Universidad Católica, Galíndez ya se había referido al mismo tema. En ese primer torneo de niños, en vez de trofeo, le regalaron a Messi una bicicleta al anotar ese gol que Galíndez no pudo atajar.
“Éramos los dos de zona sur, vivíamos más o menos cerca. Nos enfrentamos en todas las finales, tengo algún DVD de haberle ganado un partido, pero casi siempre ganaba él. Ya demostraba de chiquito lo monstruo que era. Pero como saben todos a los 12 años se fue a España. Nunca más nos enfrentamos”, narró Galíndez en esa ocasión.
“No me acuerdo de jugadas, éramos muy chicos. Creo que le tapé algún mano a mano, pero no me acuerdo bien. Me acuerdo de la alegría de haber ganado esa final, no de una jugada puntual. A Lionel se lo conocía en Rosario y todos sabían que era un crack. Siempre en el equipo campeón estaba él. A pesar de que teníamos 10 u 11 años, todos en Rosario lo conocían. Entonces todos le querían ganar a él y para nosotros fue un gran logro ganar esa final”, concluyó. (E)