Hablar de la coronación de Carlos III implica recordar todo el protocolo que involucró la ceremonia real que efectuada el sábado 6 de mayo en la Abadía de Westminster y que, a pesar de toda la solemnidad, contó con la picardía del príncipe Louis que no pasó desapercibida ante los medios.
El hijo menor de los príncipes de Gales, William y Kate Middleton representa la otra cara de la moneda en un acto significativo en la historia británica.
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Los gestos del pequeño de cinco años durante la coronación de su abuelo hicieron que las cámaras de los fotógrafos apuntaran hacia él convirtiéndolo, una vez más, en el centro de atención de la prensa.
Agencias de noticias como Reuters captaron al hermano de George y de Charlotte dando un gran bostezo, mientras esperaba sentado la unción de su abuelo como nuevo rey.
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Esta no fue la primera señal de que el pequeño podría estar “aburrido”, pues ya había tenido el mismo gesto cuando esperaba junto a su hermana para entrar a la Abadía, reseña el medio argentino La Nación.
Aunque le fue permitido retirarse por un rato de la coronación, el tiempo que estuvo presente fue suficiente para dar de qué hablar con el par de imágenes que se volvieron virales en redes sociales y asimismo en la prensa.
Los gestos del príncipe Louis que lo han convertido en protagonista
La atención siempre estuvo centrada en el acto principal, la coronación de Carlos III y de su esposa Camilla, pero el príncipe Louis también tuvo su protagonismo, el mismo del que ahora hablan los medios internacionales.
Y es que sus expresiones divertidos gestos, en este y otros actos de la realeza, lo han llevado a acaparar titulares de la prensa rosa, tal como ocurrió en junio de 2022 durante la celebración de los 70 años del reinado de su bisabuela Isabel II.
En aquella ocasión el príncipe Louis acompañó a la familia en el balcón del palacio de Buckingham y fue inevitable que tapara sus oídos cuando los aviones sobrevolaban el área. En esa oportunidad también hizo muecas propias de su edad y dejó escapar algunas señales de aburrimiento o fastidio.
Otro episodio similar ocurrió en el evento oficial del Jubileo de la reina Isabel II cuando se notó algo inquieto e intentó tapar la boca de su madre, para ese entonces duquesa de Cambridge, cuando ella procuró controlarlo.
Esta vez, el príncipe acudió a la ceremonia de coronación que duró aproximadamente dos horas, refiere Lecturas, un tiempo en el Louis no se inmutó y dejó salir su espontánea actitud e intentó interactuar con su hermana en medio del evento que para él era de poco interés.
Más tarde, sus reacciones en el palacio de Buckingham también se hicieron notorias. Los reyes y toda la familia real salieron al balcón a saludar, mientras el menor de los hijos de William restaba un poco de protagonismo al rey Carlos III, menciona Vanitatis de El Confidencial.
Desde la realeza seguramente ven sus modales como poco adecuados para este tipo de eventos, pero en redes sociales lo aprecian como algo muy normal para un niño de su edad, aunque pertenezca a la monarquía.
Esto es razón suficiente para posicionarlo como el favorito de los royals, pues sus expresiones espontáneas y travesuras en cada acto de la familia real lo hacen ver como “un clásico” de dichos eventos. (E)
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