De una incómoda presentación en un ‘mitin’ político, al nunca más. Debut y despedida para el reguetonero Nicky Jam en la política estadounidense.
A mediados de septiembre pasado, cuando aún corría la campaña para la presidencia de Estados Unidos, el entonces candidato republicano Donald Trump presentó en una concentración en Las Vegas al artista urbano, identificándolo como mujer. Pidiendo un fuerte abrazo para el cantante, Trump expresó “¿Conocen a Nicky? ¡Ella está buena!”
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El asunto quedó en la anécdota para Nicky Jam, quien estos días ha decidido retirarle su apoyo al ahora presidente norteamericano.
En una reciente entrevista con Billboard en Español, el intérprete aprovechó el espacio para explicar la confusión de Trump en esa época. Lo que pasó, recuerda, es que su esposa en aquel momento, Angélica Cruz, entró primero a la reunión que él iba a tener con el magnate.
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“Cuando él la vio, dijo: ‘Wow, es hermosa’. Es halagador que el presidente diga eso de mi esposa. Pero en su mente, ella era Nicky Jam”, contó. Tras el bochornoso incidente, Trump lo llamó para disculparse por el error, aseguró el músico.
Pero más allá de la confusión, lo que más le afectó al artista fue la ola de críticas que le llegó por haber respaldado públicamente al republicano. Entre esas, el espaldarazo de Maná, agrupación mexicana que rompió vínculos con él, tras llamarlo ‘racista’.
Con el paso de los meses, Nicky Jam optó por retractarse de haber apoyado a Donald Trump. La decisión la tomó luego de haber escuchado, en otro mitin a favor del empresario, al comediante Tony Hinchcliffe llamando a Puerto Rico “una isla flotante de basura”. Para Nicky Jam, de origen puertorriqueño (por su padre), eso fue imperdonable.
“Pensé que apoyaba a alguien que impulsaría la economía y beneficiaría a los latinos. Aprendí a las malas a no meterme en política”, confesó. (E)