El afamado cantante Tony Bennett falleció este viernes, 21 de julio, en su ciudad natal, Nueva York, a dos semanas de cumplir 97 años, informó su publicista Sylvia Weiner a la agencia AP. Él había sido diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer en 2016.

Es considerado el último de los grandes crooners del siglo XX. Este término se refiere a su estilo de canto, suave y seductor. A menudo dijo que la ambición de toda su vida había sido crearse un gran catálogo, más que tener hits sencillos.

En ese afán, lanzó más de 70 álbumes que resultaron en 19 Grammy en categorías de competición, y la mayoría de ellos le llegaron después de cumplir los 60 años.

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También recibió el cariño de sus colegas artistas. Uno de sus más grandes admiradores fue Frank Sinatra, con quien colaboró en numerosas ocasiones.

Su nombre real fue Anthony Dominick Benedetto, y como su apellido sugiere, su familia era de origen italiano. El nombre artístico se lo dio el comediante Bob Hope, que lo conoció al inicio de su carrera y quiso llevárselo de gira con él, al ver su talento.

Bennett se recuperó de casi dos décadas de declive de su carrera, entre 1962 y 1979, época en la cual tuvo problemas económicos y de consumo de sustancias. Pero volvió a levantarse gracias a sus hijos, Danny y Dae Bennett, que se convirtieron en sus representantes y administradores, y lo ayudaron a salir de sus deudas y a firmar con la compañía con la que tendría sus mejores éxitos, Columbia Records.

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En 2021, a los 94 años, Bennett hizo una de sus últimas grabaciones, esta vez con Lady Gaga, el álbum Love for Sale, del cual se desprende la canción Night and Day.

(I)