El Air Force One, el avión presidencial de los Estados Unidos, es el motivo de otra polémica en la que se ven envueltos el príncipe Harry y Meghan Markle.

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Los duques de Sussex no han tenido unos meses fáciles después de que finalizara el contrato de Meghan con Spotify, la acusaran de fingir sus entrevistas, y de que Netflix los haya presionado para presentar mejores ideas para su contenido. Esto pone en peligro sus ingresos y su capacidad de mantener su lujoso estilo de vida en la costa oeste de los Estados Unidos.

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¿Qué pasó con Meghan Markle, Harry y los Biden?

El príncipe Harry y Meghan Markle fueron señalados por intentar utilizar el avión presidencial de Joe Biden, el Boeing 747 conocido como Air Force One, para desplazarse desde Londres hasta Estados Unidos después del funeral de la reina Isabel en septiembre de 2022.

Según una fuente cercana que habló con el Daily Mail, la pareja real fue rechazada y si su petición hubiera sido aceptada habría causado tensiones entre la administración de Biden y la monarquía británica.

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“Habría causado tal conmoción. Habría tensado las relaciones con el palacio y el nuevo rey”, agregó la fuente.

Los Biden utilizaron el avión presidencial para asistir al funeral de la reina y también participaron en una recepción para líderes mundiales y miembros de la realeza extranjera que fue organizada por el rey Carlos antes del funeral, que se celebró el 19 de septiembre de 2022.

¿Qué hay detrás de esa petición?

Según lo publicado por el diario británico, los duques de Sussex tenían la intención de utilizar el mencionado avión presidencial como parte de una campaña para ganar influencia política en suelo norteamericano.

La pareja real había invitado previamente a la primera dama Jill Biden a asistir a los Juegos Invictus en La Haya en abril de 2022. Un evento organizado por el príncipe Harry para veteranos de conflictos bélicos y eran los primeros después de su renuncia a los deberes oficiales de la monarquía. Sin embargo, ella declinó la invitación.

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De acuerdo al mencionado medio, a pesar de que Biden quería asistir a los juegos, la Casa Blanca estaba preocupada por la posibilidad de que a la monarquía británica, especialmente después de las críticas y revelaciones de los duques, no le agradara la idea.

Mientras Harry era miembro de la realeza, el presidente y la primera dama asistieron a los juegos en Canadá en 2017. Anteriormente, en los juegos de 2016 celebrados en Florida, Jill Biden también asistió. (E)

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