“Él no necesita las películas, las películas le necesitan a él”, escribió una vez la revista musical Rolling Stone sobre el compositor estadounidense John Williams. “Tiburón”, por la que Williams recibió su primer Oscar a la mejor banda sonora en 1976, muestra lo bien que puede conjugar la imagen y el sonido. La composición consta de unas pocas notas, pero al variar la velocidad y el volumen, el peligro inminente se percibe claramente. Williams sabe crear suspenso como casi ningún otro compositor de música de cine.