Un drama familiar se convirtió en un escándalo legal para el actor Nicolas Cage. El artista de 61 años acaba de ser demandado por su expareja, Christina Fulton, casi un año después de que el hijo de ambos, Weston Coppola Cage, supuestamente la atacara.
Según documentos judiciales citados por medios del espectáculo, Fulton argumenta que el actor ignoró las preocupaciones sobre la salud mental de Weston y permitió su comportamiento antes del incidente.
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Todo sucedió presuntamente el 28 de abril de 2024. Weston, de 34 años, y su madre, de 57, mantuvieron una discusión que se volvió violenta. Inicialmente Fulton negó que haya sido una pelea y afirmó que su hijo estaba atravesando una crisis de salud mental.
No obstante, el hombre fue arrestado meses después bajo cargos de agresión con arma mortal y liberado bajo fianza. Tras la detención, Fulton alegó que había sido “brutalmente agredida” y enfatizó la urgencia de que su hijo reciba tratamiento.
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En su reciente demanda, presentada en el Tribunal Superior de California en Los Ángeles, Fulton acusa a Cage de no haber tomado medidas para evitar los presuntos actos de violencia de Weston, a pesar de conocer su historial de trastornos mentales y agresiones previas.
De acuerdo con Fulton, Cage ha sacado a su hijo de la cárcel en varias ocasiones, ha bebido alcohol con él pese a su historial de abuso de sustancias y ha financiado su residencia en un condominio junto al suyo en Los Ángeles. También aduce que el actor no garantizó el tratamiento psiquiátrico necesario ni estableció reglas para controlar su conducta.
Entre las lesiones graves que Fulton dice haber sufrido están una conmoción cerebral, múltiples contusiones, trauma ocular, daño dental y estrés postraumático. Además sostiene que el incidente afectó su carrera, impidiéndole completar un proyecto de Netflix y afectó su negocio, Cyclish.
Fulton demanda a Cage por supervisión y empresa negligente, y a Weston por agresión y daño emocional. Aún no se ha especificado la indemnización que solicita. Un abogado de Cage calificó las acusaciones de “absurdas y frívolas”, argumentando que el actor no tiene control sobre su hijo adulto ni es responsable de sus acciones. (E)