En una conversación con Úrsula Strenge, Gabriela Díaz se sinceró sobre el significado de su familia para ella. “Mi familia, mi todo. Veo a Polly (Andrade) y es la emoción del momento en que le tenía que decir a mis papás que estaba embarazada de una relación de cuatro meses, pero también la ilusión del primer llanto que nació de mi vientre. Es mi primera hija, mi adolescente, mi todo. Carlos Luis (Andrade) es mi compañero de vida, mi amante, el me dice que me agradece mucho porque yo le he cambiado la vida a él”, contó abiertamente la presentadora de En contacto, en el último episodio de Un día a la vez.

Sin embargo, señala que es él quien la ha involucrado en tantas cosas positivas como el que nunca deje de aprender o que siempre busque ser mejor persona. Joaquín (Andrade), su hijo menor es su todo: “ese me dice ‘párate’ y yo me paro, ‘hazte barcelonista’ y ya voy por la mitad; es un comunicador innato, es igualito a mí cuando yo era chiquita y él es mi respuesta a tantas oraciones”.

Su suegra es igual de especial en su vida: “No se acuerda quién soy yo porque tiene alzhéimer, ella es mi segunda madre, se nos fue mentalmente, pero su dulzura está ahí”, y de sus padres tiene tanto que agradecer ya que son quienes la formaron en la mujer que es hoy en día.

Publicidad

Gaby y Jorge Luis se casaron en el 2007. “En el momento que yo bajaba las escaleras me enteraba cómo era la decoración de mi matrimonio”, comentó refiriéndose a una fotografía de ella en vestido de novia, llegando a la recepción junto a su esposo. “Yo era peladita y mi suegra se encargó de todo con mi cuñada”, ya que ella estaba embarazada.

‘El día que me muera, me voy a morir con la mitad de la cara sonriendo porque me voy a topar con mis hijas’: La fuerte confesión de Carlos Luis Andrade al recordar a sus hijas Connie y Cayetana

Luego de aprender una nueva vida junto a su primogénita Polly, Joaquín fue un regalo, “ese momento (del nacimiento) fue con mucho temor, yo solo quería que llore, pero que llore bien, que no se le apague su llanto. Es un niño especial, querido por todos, es la luz y el terremoto de la casa”.

Gaby confesó que deseaba ese llanto porque fue un momento que vivió con Connie, su hija fallecida. Solo una foto de la bebé vestida con gorro y sin aparatos encima, es la que posee Gaby de la bebé y como ella prefiere recordarla con cariño.

Publicidad

Ella falleció un 8 de noviembre de 2013; Connie vino con una tarea maravillosa sobre su familia. “Yo creo que los Andrade Díaz no fuéramos Andrade Díaz si ella no hubiera venido acá a la vida porque nos convertimos en esos seres de ejemplo, de esperanza. Enterrar a una hija no es para nada fácil, es un dolor que siente que te arrancan aquí, es horrible”, dijo señalando donde está su corazón y con lágrimas cayendo en el rostro.

“Yo puedo llorar, me puedo quebrar... Siento que he sanado, pero mis tristezas y mis lágrimas son de nostalgia porque pienso cómo hubiera sido ella a los 10 años. Connie nos enseñó todo lo que nosotros le hubieramos podido enseñar en diez días. Fue una niña que trajo mucha bendición a nuestro alrededor”.

Publicidad

Reveló que una marca le dio paños, pañitos, pañales y baberos para que le duren por cuatro años. “Todo eso se fue a todos los niños de escasos recursos que no tenían sus padres cómo comprar pañales. Las plaquetas de Connie se fueron a una niña de Cuenca que se pudo salvar; en tan pocos días hizo tanto por mí que me preparó para todo”, confesó. (E)