La singular telenovela mediática desatada a partir del cambio de residencia del príncipe Enrique y Meghan Markle (primero a Canadá y finalmente a Los Ángeles, EE. UU.) incluye un capítulo del cual se ha hablado poco en los medios de comunicación: la remoción de la seguridad privada que, según Enrique, les correspondería por derecho real a él y a su familia las 24 horas del día, los 7 días de la semana.