El último adiós a Ana Buljubasich: “Oren por ella, porque eso la hará feliz en el cielo”

“Se fue la mamá de los pollitos, la mamá de todos”. Así recuerda Marcelo Naht a su madre Ana Buljubasich, la reconocida comunicadora argentina radicada en Ecuador que falleció este martes 15 de abril, a los 66 años de edad, debido a un infarto fulminantes.

Con estas palabras, previo a la misa de exequias que se realizó a su nombre, el único hijo varón de la presentadora y productora de televisión reconoció y destacó la esencia de Buljubasich en su carrera, como una figura materna de la pantalla ecuatoriana por 36 años.

Al caer la tarde de este miércoles 16 de abril, los familiares de la también actriz le dieron el último adiós en una ceremonia para honrar su vida en el camposanto Parque de la Paz, de La Aurora. Pasadas las 17:00 estaba previsto que su restos fueran cremados, tal como se precisó en una pantalla informativa en el sitio.

El homenaje se desarrolló en un espacio que unió dos salas de velaciones en el camposanto, para dar cabida a todos los deudos que se convocaron esta tarde. Mientras los hermanos mayores Gabriela y Marcelo recibían a familiares y amigos o trataban de reconfortar a su hijos, quienes aparecieron quebrantados por la muerte de su abuela, la hija menor de Ana, Ana Paula, se reconfortó con la cercanía de su padre Nerio David Pérez, a quien abrazó y dejó caer su cabeza en el hombro para consolarse.

Con Nerio y Ana Paula, que llegó recientemente de Argentina para despedirse de su madre, estuvieron muy cercanos la soprano Mariel Córdoba y su hija, la modelo Carolina Aguirre. Ellas también acompañaron a la familia en el velorio el día de ayer, intercambiando palabras, gestos afectuosos, abrazos y especialmente compartieron su dolor, mostrándose conmovidas por la muerte de Anita.

Las artistas, al lado de la cantante Olga María y la misma Ana Paula, presentaron un tributo musical para la fallecida, cantando Honrar la vida. Ana Paula, visiblemente devastada por la muerte de su madre con el rostro enrojecido, cantó al borde del llanto. Al finalizar el tema agarró el micrófono y expresó que aunque no tenía planeado dar un discurso, sí quiso compartir que estos momentos para ella se sienten como su “peor pesadilla”, y que no imaginaba tener que cantarle a su mamá en esta situación, pero que al mismo tiempo es importante honrar su vida.La cantante Marcia Casanova también elevó su voz para Buljubasich, interpretando Cuando un amigo se va, conmoviendo a los asistentes, entre ellos, la hermana de Ana, Mónica, quien grabó los tributos con su teléfono y sentada en el piso del velatorio, al pie de su sobrina menor y cuñado.Al finalizar la misa exequial, la familia cercana de Buljubasich rompió en llanto, aunque habían tratado de mostrarse compuestos en las horas anteriores, dentro de lo posible. Notoriamente desconsolado, Nerio David tuvo que ser retirado de la sala de velación del brazo de su hija Ana Paula, tal como había ingresado, una vez que los presentes se agolparon para darle el pésame.Durante los minutos previos al culto, durante su desarrollo y al finalizar, diversos rostros del entretenimiento fueron saludando a los deudos. Michela Pincay, Dora West, su esposo Danilo Vitanis, la exconcejala Luzmila Nicolaide permanecieron desde el inicio hasta el final de la ceremonia,Otras celebridades que saludaron a los parientes de Buljubasich fueron la presentadora Gabriela Pazmiño, el conductor Carlos Scavone, la presentadora Emiliana Valdez, la conductora Renata Salem, la presentadora María del Rosario Gutiérrez, DJ Marciano. Entre las últimas personas que compartieron sus condolencias a la familia estuvieron la educadora Marcia Gilbert, la periodista Mariela Viteri, el músico Gustavo Pacheco, el actor Lucho Mueckay, la ex reina de Guayaquil Romina Zeballos.A ellos, y al resto de los presentes, Marcelo les recordó que la mejor manera de honrar a su madre es orando como ella lo hacía cada mañana en el estacionamiento del canal (TC Televisión, donde laboró gran parte de su trayectoria en los medios) antes de ingresar, para arrancar el día con la bendición de Dios. “Oren por ella, porque eso la hará feliz”. (I)