En un féretro de roble cubierto con el estandarte real escocés y una corona de flores, viajan los restos mortales de la reina Isabel II, desde el castillo Balmoral, donde falleció el 8 de septiembre, rumbo a Edimburgo, la capital de Escocia, para que los británicos le den el último adiós a su monarca, así lo reseñó el Daily Mail.