En un giro inesperado de los acontecimientos, Shakira reconoció ante el tribunal español que no pagó impuestos entre 2012 y 2014, cuando residía en ese país. La cantante colombiana llegó a un acuerdo con la fiscalía para saldar su deuda tributaria y, pese a que tiene que pagar una millonaria multa, sigue siendo una de las artistas más ricas del mundo.