Han pasado cinco años del lamentable fallecimiento de la actriz Carrie Fisher, mayormente conocida por su rol de Leia Organa en la saga de Star Wars. El 23 de diciembre de 2016, la actriz se encontraba en un vuelo de Londres a Los Ángeles cuando sufrió un infarto masivo que derivó en una internación de urgencia. Si bien durante algunos días la información oficial era que se encontraba estable, el 27 de ese mes se confirmó su muerte.