Las teorías de conspiración sobre el destino de Adolf Hitler continúan, a casi ocho décadas del fin de la II Guerra Mundial. No es raro encontrarse con historias de que supuestamente la cabeza del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán huyó en un submarino hacia Argentina y se refugió en la zona de Bariloche. Otros relatos indican que tras el fin del conflicto, se aisló en una zona montañosa de Alemania, en los Alpes del sur, cerca de Suiza, o incluso en Chicago (EE. UU.).