Antes de que el pavo al horno se volviera el plato imprescindible en la cena navideña, las familias ecuatorianas optaban por menús no tan recargados como el Aguado de pato o de gallina, o tal vez un chocolate caliente, aunque este último era un poco complicado para el clima caliente que acompaña las noches de Guayaquil desde diciembre.