En homenaje al clásico Las mil y una noches nace el nombre Mil cuentos por la vida, una iniciativa pedagógica que tiene como misión producir una serie de televisión educativa y crear un laboratorio de escritores infantiles a nivel nacional. Se trata de un proyecto impulsado por la Red Arcandina, Fundación Esquel y Fundación Fidal, en colaboración con el Jardín Botánico de Quito.