Quizás fue una mujer -o dos- la razón por la que el libertador José de San Martín dejó el Perú en manos de Simón Bolívar en 1822 y no solo el agotamiento y descrédito que sufrió después de la guerra. Eso es lo que desliza Guayaquil, una historia de amor, la obra de teatro que se adentra en uno de los misterios de la época.