Uno de los grandes misterios de la monarquía británica es la desaparición de dos príncipes, uno de ellos heredero a la corona, en medio de un complot por el poder del trono. Desde hace cientos de años, la incógnita de lo que pasó con Eduardo y Ricardo en la Torre de Londres mantiene en vilo a los historiadores de la realeza.

Eduardo y Ricardo, hijos de Eduardo IV, tenían 12 y 9 años respectivamente cuando su padre, el rey de Inglaterra, murió en 1483. Eduardo, al ser el primogénito de Eduardo IV, heredó el título de rey, pero sin celebrar aún su coronación.

Durante la mayoría de su vida, Eduardo había sido educado por la familia de su madre, Isabel Woodville. A los York, su familia paterna, los Woodville le parecían ambiciosos e intrusos, por lo que no querían que tuvieran influencia sobre el pequeño rey. Esa sería el primer foco del conflicto que marcaría el destino del pequeño Eduardo.

Publicidad

Al ser tan jóvenes Eduardo y Ricardo, su padre les había apuntado a su tío como protector antes de morir. El tío de los pequeños, quien también se llamaba Ricardo, se convirtió en su custodio.

Eduardo V era rey y su hermano pequeño Ricardo era príncipe, pero su tío pronto se encargaría de despojarlos a ambos del título.

El complot

Mientras que en Londres se estaban haciendo las preparaciones para la coronación de Eduardo V, agendada para el 4 de mayo de 1483, el rey y su hermano menor fueron alojados en la Torre de Londres, lugar tradicional de residencia de los futuros monarcas antes de su coronación.

Publicidad

Torre de Londres en la actualidad. Foto: Brian Jannsen / Age Fotostock

Sin embargo, el tío de los menores presentó una apelación que lo convertiría a él en el legítimo heredero al trono. Ricardo presentó una promesa de matrimonio hecha por su difunto hermano mayor, Eduardo IV, a la joven Leonor Talbot, antes de casarse con Isabel Woodville.

Esa acta invalidaría su posterior matrimonio con Isabel, convirtiendo a los hijos de ambos en bastardos y eliminando su derecho al trono. El pequeño Eduardo V perdió inmediatamente su título de rey y su tío Ricardo asumió su rol.

Publicidad

La desaparición

Eduardo V y su hermano Ricardo siguieron encerrados en la Torre de Londres, siendo vistos cada vez menos hasta desaparecer totalmente. La última vez que alguien los vio fue en el verano de 1483, cuando los niños jugaban alrededor del castillo.

En esa época, la mayor sospecha recaía contra el rey Ricardo, a quien se le acusaba de haber asesinado a los niños para eliminar la competencia al trono. Con Eduardo y Ricardo muertos, el rey no tendría que temer que lo desafíen por el poder.

Pero Ricardo siempre negó cualquier implicación en la desaparición de sus sobrinos, aunque tampoco inició una investigación del caso. El rey murió dos años después en la batalla de Bosworth, sin esclarecer nunca el misterio.

El rey Eduardo V y su hermano Ricardo, duque de York en 1483. GETTY IMAGES Foto: BBC Mundo

Las teorías

En medio de las remodelaciones de 1674 a la Torre de Londres, trabajadores encontraron una caja que contenían dos esqueletos humanos, correspondientes a la edad que tenían Eduardo y Ricardo cuando desaparecieron.

Publicidad

A pesar de que en 1933 los restos fueron estudiados para determinar si se trataba de los príncipes, tan solo se supo que los huesos pertenecían a niños.

Los historiadores barajan muchas teorías. Algunos creen con convicción que el rey Ricardo los asesinó, enviando a su súbdito James Tyrell a la torre. Según un testigo de la ejecución de Tyrell, antes de morir confesó haber matado a los niños.

Otros creen que los príncipes fueron rescatados por el bando de la rebelión contra Ricardo, y que vivieron a salvo del control de su tío. También se supone que el pequeño Eduardo tenía problemas de salud y que no sobrevivió por causas naturales.

De cualquier manera, no parece que el misterio de los príncipes se resuelva pronto, a menos que aparezca una prueba contundente que indique cuál fue su destino. (E)