David Harutyunyan, director y fundador de la Orquesta Filarmónica Municipal de Guayaquil, se considera un “gran experto de la comida ecuatoriana”. Cuando habla del bolón, el corviche de Cascol o el cebiche de Jipijapa sus ojos se achican imaginándose devorando este último platillo a 15 metros de la orilla del mar. El maestro, proveniente de Armenia, confiesa que la gastronomía del país también fue una de las razones para quedarse aquí. “Amo la comida ecuatoriana. Yo soy fan de la comida manabita, empezando por el queso manaba que tiene un sabor especial. En Manabí hacen milagros con la comida”, declara con una absoluta pasión.