En el centro de Guayaquil, exactamente en las calles Pichincha y Aguirre, se levanta un imponente edificio que en su interior custodia archivos, libros, conocimiento y una comunidad que todos los días le otorga un valor especial a este lugar. Estamos hablando de la Biblioteca de las Artes, que hace cinco años (el 16 de enero de 2019) abrió sus puertas en el antiguo Banco de Descuento.
Olga del Pilar López, vicerrectora de Posgrado e Investigación en Artes, considera que a través de la existencia y gestión de la biblioteca se está fomentando un acceso de justicia social. “Para mí la biblioteca es un logro a nivel de derechos y de justicia social (...). Son espacios dinámicos con muchas posibilidades, con mucha acogida, para que la gente pueda acceder de modo gratuito a un conocimiento que no es escolarizado”, expresa.
Un espacio de encuentro
López indica que la biblioteca tiene una concepción sensible que hace que la gente se sienta acogida cada que va. “La biblioteca no son solo libros, hay una sociabilidad alrededor del libro, es un encuentro con el otro, es un conocimiento compartido, que es el que tenemos que fomentar en estos espacios”, dice.
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Bradley Hilgert, vicerrector académico, lo ve como “una sociedad del conocimiento”, y destaca en especial el programa constante de la sala La Ría. “Es un espacio que va a seguir ampliándose”.
Soraya Campos, directora de la biblioteca desde el 2019, describe a este lugar como su casa, a la que siempre están invitadas las personas para leer un libro o disfrutar de una de sus actividades culturales. El año pasado tuvieron alrededor de 50.000 visitas.
Entre los proyectos futuros para la biblioteca menciona que apuntan a contar con espacios que sean para todo tipo de públicos. “En el primer piso tenemos previsto hacer una sala inclusiva, con implementos para personas con discapacidad auditiva y visual. Además se está buscando que nuestros equipos de cómputo sean más accesibles, con un software para personas no videntes, un teclado en braille”, indica.
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Mientras que para sala La Ría tienen previsto hacer una bebeteca, para niños de 1 a 4 años, además de un espacio para la robótica.
Revista testimonial
En el contexto de la jornada literaria Lanfor Abierta, realizada hace unas semanas, se conmemoró este quinto aniversario de la biblioteca con reconocimientos a personalidades que han contribuido a la biblioteca y con la presentación de la revista/libro 10 años produciendo conocimiento en artes, realizada para celebrar la primera década de la Universidad de las Artes.
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Sus 250 páginas se alejan por completo de una aburrida rendición de cuentas y más bien introducen al lector a un libro testimonial, lleno de historias y experiencias, que dejan evidencia el lado humano de la institución.
Esta obra, de pasta dura, está segmentada en cinco ejes: Rehabitar y resignificar los edificios patrimoniales, Formación artística de calidad, Las artes producen conocimiento, Vinculación con la sociedad y Huellas de la pandemia.
Entre los textos que destaca se encuentra el denominado El centro de Guayaquil atravesado por la UArtes, escrito por Tyone Maridueña, Melina Soriano y Carmen Cortez, en el que se recogen las voces de personas que trabajan en los alrededores de la biblioteca y la universidad. Sus testimonios exponen lo agradecidos que están con la existencia de estas instituciones que le devolvió vida y actividad a este sector. (I)
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