Probablemente la gran mayoría de personas coincidan con que los abuelos son eternos, aunque algunos de ellos hayan partido del plano terrenal, se quedan por siempre en la mente y corazones de quienes gozaron de su amor. El artista plástico y gestor cultural Fernando Insúa es uno esos nietos que recuerda con admiración la figura de quienes suelen actuar como los segundos padres que da la vida; su abuela la escritora y activista Mireya Romero Plaza (1929-2014) es la absoluta inspiración de su exposición “Nona”, que se inaugura este martes en el Guayaquil Tenis Club.