Cuando salga de ver Wonka en cines, muy probablemente se retire a su casa igual de emocionado, fascinado y encantado como estaría un infante luego de un recorrido por una fábrica de chocolates. La dulzura y calidez de la cinta, dirigida por Paul King (Paddington), abraza a ese niño que todos los adultos llevan dentro (o le recordará que sigue allí).