“Conocemos pocas películas latinoamericanas de ficción que se vuelquen a la narración con fluidez y claridad para contar una historia que combina nacionalidades, idiomas, anhelos, chantajes, mentiras y estrategias para mantener el movimiento y la ilusión, aun con la amenaza del título. Vacío cuenta distancias enormes mediante pocos lugares y plantea decisiones a partir de ejes claros: una historia contemporánea con algunos nutrientes del clasicismo”. Con estas palabras se refiere el crítico internacional Javier Porta Fouz (La Nación) sobre la película ecuatoriana Vacío (2020).