“Cuando Dios te dice qué tienes que hacer, no lo dudas”. La anterior es una de las frases que resuena profundamente en una de las escenas de la película Sonido de libertad, estrenada en Ecuador el pasado 31 de agosto. Pero además de ser un diálogo escrito para la pantalla grande, es la creencia y convicción que impulsó al ex agente federal estadounidense Tim Ballard a desprenderse de su trabajo, cuando este se volvió un obstáculo para hacer lo que sentía correcto y traspasar sus propios límites para liberar a decenas de niños de una red de tráfico y explotación sexual.