La joven actriz estadounidense Mikey Madison logró lo que parecía imposible: se adjudicó el Óscar a la mejor actriz principal por su papel de una estríper en Anora, de Sean Baker.

“Crecí en Los Ángeles, pero Hollywood siempre se sintió lejos de mí. Estar en esta sala es increíble. Gracias a la Academia, a mi familia increíble (...) Gracias, Sean Baker y Yura (Borisov)“.

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Su reconocimiento fue para la comunidad de trabajadores sexuales. “Conocerlos ha sido uno de los puntos más altos de esta experiencia. Y a mis compañeras de categoría, esto es un sueño hecho realidad, quizás me despierte mañana”. (E)