Escudriñando qué ver, abrí la plataforma de Disney Plus y me llamó la atención el título Marvel: Detrás de la Máscara (Marvel: Behind The Mask). Se trata de un documental de Marvel Entertainment con declaraciones de algunos escritores, dibujantes e invitados, quienes cuentan, de primera mano, detalles inusuales de los superhéroes marvelinos que pocas personas conocen. Recordemos que Marvel Worldwide, Inc., conocida como Marvel Comics, es la editorial fundada en 1939 por Martin Goodman, inicialmente como Timely Publications. Pero definitivamente el nombre que más se asocia a Marvel es el de Stan Lee (1922-2018), escritor y editor de cómics estadounidense, famoso por haber creado personajes inolvidables. Su trabajo fue fundamental para expandir Marvel Comics.
En tiempos más modernos, luego de la bancarrota pasó a obtener ganancias logradas durante diez años. Eso fue gracias a las 23 películas de Marvel Studios, una franquicia cinematográfica superrentable que recaudó más de $22.000 millones del conocido Universo Cinematográfico de Marvel (MCU).
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Es sobre los personajes más icónicos en que se basa el mencionado documental, especialmente de cómo y cuándo surgieron. Desde que apareció Marvel Age of Comics (1961-1978), los escritores y artistas de Marvel han hecho uso de la noción de identidades para examinar el concepto en evolución de igualdad de derechos. Estas creaciones -incluyendo también a DC Comics- se han convertido en un reflejo de la sociedad, de quiénes somos como personas, qué buscamos, qué anhelamos y hacia dónde queremos ir.
Uno de los entrevistados del filme es Joe Quesada, actual VPE y director creativo de Marvel, quien dice: “La idea de doble identidad se volvió muy clara para mí desde el momento en que llegué a trabajar a Marvel de tiempo completo”. Fue luego de una conversación con Lee que Joe entendió que el alter ego es la parte más importante de un superhéroe.
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MDM engancha al espectador porque detalla los poderes de la identidad detrás de algunos de los superhéroes más famosos del mundo. Esto para nadie es un secreto. Es decir, el hecho de que desde el inicio de los cómics la verdadera identidad de los superhéroes se ha convertido en lo más vital de su personalidad. De allí que las generaciones se sientan identificadas y se vuelvan objetos de culto por millones. Luego, apoyándose con material audiovisual, el documental aporta acertadamente datos sobre cómo se crearon Pantera Negra, Capitana Marvel, Luke Cage, X-Men, Capitán América y muchos otros.
“Los superhéroes de los cómics funcionan como nuestras brújulas morales. Nos permiten encontrarle sentido al mundo que habitamos. Cada generación tiene los cómics que merece. No puedes esperar que el Hombre Araña de hoy sea idéntico al que era hace 20 años. Las cosas cambian. Tomen cualquier historieta de Marvel, no importa el personaje, siempre es una gran historia de la persona tras la máscara”, dicen algunos de los entrevistados.
Y no solo se aporta con material de Marvel. Los superhéroes favoritos de DC Comics son materia de análisis también.
Tiempos de guerra
Haciendo uso de una historieta de 1941 del Capitán América (año en el que apareció por primera vez) se ilustra al héroe enfrentándose al villano nazi Red Skull cuando le dice: “Esta nación” -refiriéndose a EE. UU.- “fue fundada por disidentes, por personas que deseaban algo mejor”. Ese año fue cuando en diciembre las potencias del Eje, la Alemania nazi y el Japón imperial, perdieron la Segunda Guerra Mundial.
Jerry Jenkins, experto en medios y cultura popular, dice: “Los superhéroes siempre han sido parte de la cultura estadounidense por lo menos desde que nació la idea a finales de los años 30. Los superhéroes acompañaron el final de la Depresión, la Segunda Guerra Mundial, los años 50, 60, 70, 80. Invariablemente el superhéroe ha ofrecido un lenguaje para pensar las identidades en el plano personal, cívico y político”.
Más avanzado el documental se explica por qué Marvel fue radicalmente distinta como empresa de cómic. “Primero estuvo la Antorcha Humana original, no la versión posterior de Los Cuatro Fantásticos. Pese al nombre, el primer Antorcha no era humano, era un androide, un ser creado artificialmente que intentaba parecer humano y, de hecho, lo logró. Luego Marvel incorporó al héroe forastero que, de algún modo, estaba aislado del resto de la raza humana que, no obstante, trata de encajar y ayudar a una sociedad que en ocasiones lo rechaza, le teme”, comenta Peter Sanderson, historiador de cómics.
También se habla de esa dualidad de personalidades, que en el trabajo es una persona y en casa, otra. La máscara se convierte en la apariencia que les permite ejercer su poder superior. “Este concepto no nació en los cómics. Antes de los superhéroes tuvimos al Zorro, al Llanero Solitario. La máscara y el traje le permiten a la persona mostrar una faceta que no es visible en su identidad normal”, aporta Sanderson.
Stan Lee habla de los creadores, quiénes eran, cuáles eran sus orígenes y qué los motivaba. “Muchos de los autores de los 30, 40 y 50 eran inmigrantes judíos y de las generaciones posteriores nacidas en EE. UU. Cuando eres inmigrante vives, hasta cierto punto, una doble identidad”, destaca el fallecido Jack Kirby, dibujante de cómics que trabajó directamente con Lee.
También nos podemos enterar de que el nombre de nacimiento de Lee era Stanley Lieber o que Kirby naciera como Jacob Kurtzberg, entonces no es coincidencia que su mismo estatus los haya llevado a ser artífices de personajes con doble identidad porque vivían en carne propia lo que transmitían en sus dibujos. Hay que recordar que durante la niñez de Lee, más precisamente finales de los años 30, hubo un periodo especialmente antisemita, ya que los judíos tenían ciertas restricciones también en EE. UU.
Racismo
Se dice que Hulk y La Mole podrían reflejar lo que les pasaba a la población negra de Estados Unidos. “Eran diferentes al resto de personas” y eran rechazados por su color y apariencia. “Para mí, Hulk es un hombre de color, en cierto modo, porque los negros son catalogados así. James Baldwin dijo: ‘Ser negro y lúcido en Estados Unidos es vivir en permanente estado de ira’”, comenta un dibujante.
Siguiendo ese análisis, el escritor y cineasta Reginald Hudlin destaca: “Si comparas los personajes de Marvel de los 60 y 70 contra los de DC Comics creados en los 40, la gran diferencia es el uso de la psicología”. Pone de ejemplos al Hombre Araña, un superhéroe, pero neurótico; Los Cuatro Fantásticos, una familia disfuncional. “Se estableció una nueva perspectiva a esos arquetipos”.
Stan Lee estaba tan adelantado a su época. “Esa era la esperanza que daban los cómics de Marvel. Recuerda que los años 60 fueron una época de extrema turbulencia, se avivaron los derechos civiles y la liberación femenina. Stan y Jack (Kirby) y todo el equipo presentaban un mundo real. Se fijaban en las cosas que sucedían en todos lados, en las noticias. Cada uno a su modo era consciente de eso y reaccionaba. Steve Ditko empezó a poner personajes de color en las escenas de multitudes dentro de las aventuras del Hombre Araña. Había chicos negros, los dibujaba así y ahí estaban. No se comentaba nada al respecto”, resaltan los entrevistados.
El que cambió las reglas de juego, en términos de incluir o no a personajes afroamericanos al mundo de los superhéroes, fue Pantera Negra. Debutó en Los Cuatro Fantásticos que en ese entonces era el cómic más exitoso de Marvel y en esa primera edición, Pantera era como cualquier otro personaje. “Algo asombrosamente positivo es cuando Pantera se quita la máscara y Los Cuatro Fantásticos no se sorprenden, nadie dice nada. Pero los lectores exclamaron: ¡Dios mío, es un superhéroe negro!”.
Para 1966 era evidente que la estrategia de Marvel para hacer cómics funcionaba. Stan y su equipo se dieron cuenta de que algo estaba pasando porque estaban vendiendo muy bien sus cómics, incluso mejor que su competencia. Pasaron diez años hasta que sus competidores reaccionaran y tuvieran personajes negros con continuidad. “Un problema de la diversidad en los cómics es que, aunque los creadores buscaron tener variedad de personajes durante muchísimos años, los principales escritores y artistas eran hombres blancos de 20, 30 y 40 años”, dice la editora Maggie Thompson.
Se revela, además, la experiencia de Christopher Priest, considerado el primer escritor afroamericano de cómics de superhéroes modernos. Él empezó a trabajar en Marvel a los 17 años, no tenía idea de que era el primer negro de la redacción. “Eran los años 60 y me di cuenta de que había más interés en desarrollar otros personajes de color. Muchos escritores y artistas eran muy jóvenes. Por eso, la experiencia de vida que tenían varios de ellos seguramente marcó el modo de describir las cosas, ya que absorbían la cultura que los rodeaba, como todos, y se plasmaba en su trabajo”. Por ejemplo, Luke Cage, en especial, fue creado para la Blaxploitation o filmes de explotación negra, el movimiento cinematográfico de principios de los 70 de la comunidad afroamericana que consistió en un boom de cine negro con bandas sonoras de conocidos artistas de la época. Luke se basó en Shaft, la serie de películas para televisión de esa época.
Los cómics en particular usan estereotipos para contar historias. Es uno de los motivos de las muchas interpretaciones polémicas relativas a la raza en los cómics. Se nutren de normas sociales. En el apogeo de la época dorada de los cómics de los estereotipos raciales espantosos. Mucha propaganda antiasiática en la Segunda Guerra Mundial. En una época los asiáticos eran amarillos en los cómics. Un caso es Garra Amarilla (Yellow Claw).
Inclusión
Otro de los aspectos rescatables del documental es que se dice que en Marvel había lo opuesto al sexismo. La periodista Ann Nocenti dice: “Si bien no había muchas fans mujeres y seguramente el personal era mayoritariamente masculino, todos eran mentores. En Marvel siempre había una política de puertas abiertas”.
Con Stan había una tendencia y, pese a todas sus fortalezas, no escribía personajes femeninos fuertes. Tendía a tratar a todos los personajes femeninos como la científica del cine de terror malo de los años 50. Bellas, pero no muy listas. Algo muy interesante de la historia de Marvel es que, al mismo tiempo que nacía su línea de superhéroes de los 60, la otra mitad que se publicaba eran cómics sobre mujeres jóvenes. “Las heroínas tendían a tener poderes inferiores. La Avispa podía achicarse, picar y revolotear; Sue Storm era la ama de casa de Los Cuatro Fantásticos, originalmente su poder era esconderse, volverse invisible. Los personajes masculinos tenían los poderes físicos y los femeninos, los de posar, verse bonitos y poder hacer algo con la mente.
“El abordaje del género y la sexualidad en los cómics de Marvel representa el pensamiento popular de la época. Actualmente se ha avanzado mucho con cada generación subsiguiente. Fue entonces cuando Stan pidió crear una superheroína que tuviera la palabra Marvel en el nombre. La historia se inició en 1976 y, como casi todo lo de Marvel ese año fue un intento de canalizar el espíritu de la época, la liberación femenina fue importante para ese propósito”. Sería la Señorita Marvel (Ms. Marvel). Era un personaje femenino poderoso, de carácter fuerte, independiente y libre de cualquier vínculo romántico.
Diversidad
Los Misteriosos X-Men, segunda generación, salieron en 1975. Crearon a un grupo de cinco chicos estadounidenses y los reemplazaron por un equipo internacional. “Quizá fue por la época tras la lucha por los derechos civiles. Los X-Men de los 70 son un intento audaz de diversidad representativa”, dice Ramzi Fawaz, autor de Los Nuevos Mutantes.
“Si vemos a los X-Men de principios de los 60, se suponía que eran distintos a los humanos comunes por su condición mutante, pero se trataba de un grupo de adolescentes blancos y privilegiados. En muchos sentidos no cumplían sus propias promesas. En cambio, en los 70 se revitalizó la imaginada categoría del mutante y propone ‘¿Y si hubiera muchos mutantes, pero todos diferentes entre sí?’. Luego se necesitó una causa común. Para mí, la cuestión de los X-Men es que son los forasteros unidos por la frase ‘servir y proteger al mundo que los odia’. La idea era de que nunca escaparían de esa condición”.
Los X-Men fueron los primeros superhéroes que eran iguales tuvieran traje o no. Chris Claremont tuvo una visión futurista en cuanto a la diversidad y al empoderamiento femenino más que ningún otro. “Si analizamos bien los personajes femeninos de X-Men tienen las mejores historias. También hizo las primeras versiones tempranas de personas que jugaban a cambiar de género”.
Fawaz dice que lo fascinante de los X-Men de esa época es que están basados en gran parte con la cultura de la liberación gay y femenina de los 70. Aunque en la serie jamás se menciona ninguno de esos términos en el cómic. Uno fue la excepción: Estrella del Norte. Él pertenecía al grupo Alpha Flight. Se destaca por ser uno de los primeros, y de los pocos, personajes abiertamente homosexual de Marvel. Su verdadero nombre es Jean-Paul Beaubier y es canadiense, fue reclutado por Jean Grey para que forme parte de los X-Men. “Pero el foco nunca estuvo en su vida privada o sus relaciones. Siempre fue algo como ‘es gay’ y nada más”.
Incluso sus creadores, Claremont (guion) y John Byrne (dibujo) en 1979, quisieron que tuviera la experiencia de contraer sida, pero en Marvel se incomodaron por la descabellada idea, así que la historia cambió. Pero en 2004, Astonishing X-Men llamó mucho la atención ya que presentó la primera boda gay de Marvel Comics entre Northstar y su socio afroamericano Kyle Jinadu.
Mensaje de Stan Lee
Stan siempre escribía al final de sus notas “excelsior” (del latín que significa siempre hacia arriba) y el documental cierra con este mensaje de Lee:
“La naturaleza humana no cambia. Cambia el entorno. Lo que pasa es que el mundo cambia a un ritmo frenético y las reglas cambian en cada parpadeo. No hay diferencias entre nosotros. Todos deseamos lo mismo de nuestras vidas, cierta seguridad, algo de diversión, algo de romance, amistad, respeto de nuestros contemporáneos. Eso es válido para indios, chinos, rusos, judíos, árabes, católicos, protestantes, negros, marrones, blancos y los verdes como Hulk. Así que por qué no dejamos de perder el tiempo odiándonos los unos a los otros. Simplemente mírese al espejo, señor. Ese otro es usted”. (I)