Cuando Idris Elba asume un nuevo papel, ya sea ficticio —como Stringer Bell, en The Wire— o histórico —como Nelson Mandela, en Mandela: Long Walk to Freedom—, generalmente tiene cierta base de realidad en la que construye su actuación. Pero ese no es el caso con su último personaje animado, un equidna (de la familia de los erizos) rojo y antipático llamado Knuckles.