La flor de la luna (planta) era apreciada y admirada por las tribus nativo-americanas por poblar sus campos tras el largo invierno como sinónimo de abundancia y de la presencia de una deidad en sus vidas.

Y, cuando el director Martin Scorsese decidió titular su nueva cinta como Los asesinos de la luna, lo hizo para presentar a un grupo de individuos (blancos, como los llaman los nativos) dispuesto a todo para ‘arrancar’ simbólicamente esa flor y apropiarse de esa prosperidad económica que rodeó a la nación Osage.

El dolor y la tragedia de los continuos asesinatos en esa comunidad están mágicamente enmarcados en una inicial historia de amor entre Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio) y Mollie Kyle (Lily Gladstone), orquestada por William Hale (Robert De Niro), tío de Burkhart, quien codicia la fortuna y las propiedades de la familia de Mollie, descendiente pura de sangre Osage.

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Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio) y Mollie Kyle (Lily Gladstone).

Durante la primera hora, el director invita al público a un divertido y cándido encuentro entre Mollie y Ernest, mientras ella decide si confiarle o no su corazón. Es la curva ascendente y optimista a la que Scorsese tiene acostumbrados a sus seguidores en sus películas (antes del declive): la fiesta, los bebés, los buenos deseos. Un cuento de hadas en el territorio Osage.

Pero la amenaza continúa creciendo alrededor de la (ahora) familia Burkhart y de sus vecinos, cuyas muertes quedan sin investigarse.

Entrando a la segunda hora de la cinta, el terror se ha adueñado de los Osage, llevándolos a encerrarse en sus viviendas y a colocar luces en sus portales para contrarrestar el mal que los acecha (aunque algunos también toman la decisión radical de huir).

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Puertas adentro, Ernest continúa como el devoto esposo de Mollie y el único en quien ella confía para su tratamiento contra la diabetes. Pero en la calle, el personaje de DiCaprio sigue siendo uno de los conspiradores (junto con su tío) de las acciones crueles para adueñarse de la fortuna de los nativos. ¿Qué fuerza será más poderosa en él, la ambición o el amor que afirma sentir por su esposa?

Robert De Niro (William Hale) y Leonardo DiCaprio.

La trama se agudizará hacia el final, cuando los agentes enviados por el propio J. Edgar Hoover desde el entonces llamado Bureau of Investigation lleguen a la comunidad para apresar a los culpables. (¡Hola!, Jesse Plemons)

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Quienes se permitan sumergirse en el suspenso hasta llegar al juicio de los culpables serán premiados con la impecable aparición de Brendan Fraser y una escena final que seguramente se repetirá para la eternidad en las clases de historia de cine, cada vez que se mencione a Scorsese.

Killers of the flower moon marca también la intención de Apple TV de elevar la oferta de su plataforma de streaming al producirla como una de sus Apple Originals. La siguiente será Napoleón, con Joaquín Phoenix.

El guion de Killers of the Flower Moon se inspira en el libro Killers of the Flower Moon: The Osage Murders and the Birth of the FBI del periodista estadounidense David Grann (2017). DiCaprio adqurió los derechos del manuscrito en 2016, antes de su publicación.

En cines ecuatorianos desde el jueves 19 de octubre.

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