¿Qué pasaría si las clases populares y oprimidas se cansaran de su situación y deciden arremeter contra quienes consideran la raíz de todos sus males: los ricos y privilegiados? Esa es la pregunta que el director Michel Franco se plantea en su más reciente película Nuevo orden, ganadora del Gran Premio del Jurado en el Festival Internacional de Cine de Venecia 2020. Y la respuesta que encuentra es la violencia. Violencia desmedida y sin control, que lo único que conseguirá es empeorar la situación general de todos, cuando se una al gran cáncer de la sociedad actual: la corrupción.