Es 1987. La Ley Marcial que regía desde 1949 en Taiwán se levanta, con lo que se da paso a la libertad en diferentes aspectos, entre ellos de expresión, políticos, sociales, culturales, incluso los sexuales. Es justo después de ese acontecimiento histórico de la isla asiática en que el cineasta Kuang-Hui Liu ambientó su película con temática LGBT: Your Name Engraved Herein (Llevo tu nombre grabado), que se ha convertido en la más taquillera de la historia de Taiwán y que ahora se encuentra disponible en la plataforma Netflix.

“La ubicación en tiempo y espacio no es un capricho ni una excusa para el lucimiento del diseño de arte, pues el contexto opera como uno de los principales factores condicionantes de la acción, sobre todo en la primera mitad del metraje”, reseña el portal www.pagina12.com.ar.

“La elección del año le permite al cineasta aludir a la compleja transición de un modelo dictatorial a uno democrático”, indica La Nación.

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La historia de la cinta de 118 minutos se centra en dos jóvenes, A-han (Edward Chen) y Wang Bo-de alias Birdy (Tseng Ching-hua), cuyos sentimientos del uno por el otro van más allá de la amistad.

El personaje Birdy tiene relación con el que da vida Matthew Modine en la película homónima de Alan Parker.

A-han es hijo de un padre muy tradicional; un estudiante de artes liberales, que toca en la banda del colegio y es uno de los más populares.

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Por su parte, Birdy es apasionado por el cine; llegará al mismo colegio de A-han, pero dada su ambigüedad sexual será el centro del bullying, aunque por su carácter no deja que los comentarios de sus compañeros lo afecten.

La llegada de Birdy a la misma institución en que se encuentra A-han hará que este último se sienta atraído por su nuevo compañero.

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Asimismo, con la abolición de la Ley Marcial en el colegio se permitió el ingreso de estudiantes mujeres, pero igual con ciertas restricciones: contacto físico, noviazgos y declaraciones de amor.

Según Página12, en Llevo tu nombre grabado “se viven los sentimientos con culpa y tristeza”, “todos sufren”, especialmente A-han.

De acuerdo con La Nación, la cinta “también nos ubica, muchas veces de modo brutal y vertiginoso, y otras con tintes de melodrama más sofisticado, en una realidad insoslayable: todo lo que implicaba ser gay en ese escenario y cómo la homofobia se ponía de manifiesto con una violencia que el film pone en primer plano”.

“Hay algo más interesante aún en esta historia de contrariedades románticas, y es la subtrama que protagoniza el sacerdote franco-canadiense Oliver (Fabio Grangeon), expatriado en Taiwán, quien con claros signos de apertura y tolerancia revela la empatía por la suerte de los jóvenes amantes a quienes percibe como un espejo de sus propias vacilaciones y temores existenciales”, reseña en La Jornada.

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En mayo del 2019, Taiwán se convirtió en el primer país oriental en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. (I)