La reina Letizia de España se presentó a mediados de 2014 ante el papa Francisco. Lo hizo con un vestido y chaqueta blancos, uno de los colores preferidos por la esposa de Felipe VI, según detalló entonces la prensa especializada. Para los más entendidos llamó la atención el que no llevara mantilla puesta; otros, en cambio criticaron el color blanco de su ropa.