El 4 de octubre del 2004 la exitosa novela juvenil mexicana, Rebelde, se posó en las pantallas de televisión y pronto causó furor en la audiencia. Perspicacia, humor, drama, todos los componentes de la vida adolescente estaban mezclados en un fórmula perfecta. Esta receta ya había sido experimentada antes, ya que la versión argentina y original, Erreway, fue igual de aclamada un par de años antes.