Cada sábado, desde noviembre del año pasado, una docena de jóvenes y adultos se apropia de la Biblioteca de la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas. Y no es precisamente para leer, pues los libros han sido reemplazados por tela, pinceles y pintura para dar rienda suelta a su creatividad y plasmar desde caricaturas, jarrones, animales, hasta los más bellos paisajes.