El abrir de una puerta blanca deja al descubierto una sonrisa que muy gentil se asoma, un -hola, pase- permite el ingreso a su hogar, que más bien da la impresión de ser un museo. La obra de un hombre blanco crucificado termina de dar la bienvenida. Se trata de la réplica del Cristo de mi paso, una escultura de cinco metros elaborada por Evelio Tandazo Vivanco, escultor y maestro que en estos días recibe un homenaje en el Teatro Centro de Arte (TCA), en el norte de Guayaquil.