Son las 18:45 del lunes 19 de marzo y la temperatura apenas supera los 10 grados centígrados en Barcelona. Mónica Ojeda (Guayaquil, 1988), acodada en una de las barras de la cafetería de la librería Laie, aguarda el momento en que deberá sentarse ante un auditorio de 50 personas para presentar Mandíbula (Editorial Candaya), su tercera novela, la que podría consolidar su nombre en el panorama literario español.