Shaquille O’Neal no suele ser un hombre que se ande por las ramas. El legendario exjugador de la NBA ejerce ahora como comentarista y nunca se muerde la lengua a la hora de criticar con dureza a cualquier estrella en sus crudos análisis.

Siempre va de cara y a lo bruto, como hacía en su época de jugador amparado por sus 2,16 m y un corpachón de 147 kilos que hacía que sus rivales rebotasen en él como si topasen con un bloque de hormigón.

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Y en su vida cotidiana tampoco se anda con chiquitas. Está acostumbrado a salirse con la suya en todo lo que se le pasa por la cabeza. Si le gusta algo, no para hasta conseguirlo, cueste lo que cueste.

Literalmente. Con un patrimonio de $ 500 millones netos que atesora tras jugar 19 temporadas en la NBA y producto de los múltiples negocios en los que está involucrado como inversor, pocas cosas se le resisten a Shaq, quien en marzo cumplió 52 años, publica diario Marca.

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Le ha costado más de $ 100.000

Su último capricho ha sido comprarse un auto, pero no uno cualquiera. El exjugador de Magic, Lakers, Heat, Suns, Cavs y Celtics se ha hecho con el primer pick-up eléctrico que salía al mercado en Estados Unidos de carrocería ancha y fabricado con fibra de carbono, el Tesla Cyberbeast.

Un auténtico tanque de carretera que le va al pelo al legendario exjugador, quien no ha tenido reparos en pagar algo más de 100.000 dólares para añadirlo a su colección.

Para que se hagan una idea, es el pick-up eléctrico más rápido del mundo, pues se pone de 0 a 100 en 2,6 segundos, superando a sus dos grandes competidores, el Rivier R1T (en 3 segundos) y el GMC Hummer EV (3,3 segundos).

Además de estar fabricado con carrocería ancha, tiene unas llantas enormes de 76,2 centímetros, una autonomía de 514 kilómetros con una tonelada de carga útil, aunque tiene una capacidad para remolcar más de cinco toneladas. Haciendo honor a su nombre Cyberbeast, una auténtica bestia que engrosará el parque automovilístico de O’Neal.

Lo curioso del asunto es que Shaquille ya tenía en propiedad un Tesla Cybertruck, por lo que este es el segundo que compra. Tenía el antojo de tener el primer modelo de carrocería ancha de fibra de carbono y no se ha resistido al capricho. Él mismo explicó el porqué tener dos autos tan parecidos. “No quiero parecer vago, pero extrañaba mi Cybertruck cuando viajaba de Las Vegas a Atlanta, así que he comprado otro porque necesitaba uno en cada sitio”.

O’Neal contó cómo consiguió su primer Cybertruck: Effortless Motors dijo que le habían vendido un auto a LeBron, quien se enojó y lo desmintió llamándoles mentirosos o algo así.

Entonces, pensó que si LeBron podía caber en este auto y no lo quería, lo llamaría y le diría: ‘Oye, Bron 2,05 o 2,08, déjame verlo’.

Uno de sus grandes problemas para él a la hora de adquirir un auto es que entrase su enorme corpachón de 2,16 m y 147 kilos: “Siempre que compro un coche, sé que no puedo entrar, así que tengo que mirar el asiento trasero”, explica O’Neal.

“Si hay entre quince y veinte centímetros hasta el asiento trasero, puedo moverlo hacia atrás y quepo. Así que, cuando llamé, el tipo cogió el teléfono y le pregunté: ‘¿Qué es eso?’.

Me respondió: ‘Oh, es el Cyberbeast, un poco más grande que el Cybertruck’. Y le dije: ‘¿Cuánto cuesta? ¿Sabes qué? Si puedes traerlo a Las Vegas, lo compro’. Y lo trajo a Las Vegas. E hice el trato de mi vida”, dijo un O’Neal feliz a más no poder con su nueva adquisición. (D)