El cuencano Darwin Castro volvió a hacer historia para Ecuador y se hizo acreedor a un diploma paralímpico al quedarse con el quinto lugar en la final de los 1.500 metros planos en los Juegos Paralímpicos de Tokio. Junto con el guía Diego Arévalo, el tricolor cruzó la línea de meta en un tiempo de cuatro minutos y diez segundos (4:10.24).