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Ismael Blanco: A Emelec le dije no en el 2013; en Barcelona SC quería acabar mi carrera, ahora sueño con ser su técnico en algún momento

El delantero argentino de 39 años no se ha retirado. Habla de un triunfo amarillo el domingo, de las finales del 2014 y del día en que fue arquero.

Ismael Blanco (i) celebra el gol anotado a Emelec el 19 de noviembre de 2014, con el que Barcelona SC se impuso en el estadio Capwell. Foto: Archivo

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El argentino Ismael Blanco jugó 81 partidos oficiales con Barcelona SC, marcó 30 tantos, e hizo nueve pases gol, según las estadísticas del portal especializado Transfermarkt. ‘Todos me piden que siga” en el equipo canario, le dijo a EL UNIVERSO, en una entrevista, el 9 de diciembre de 2014, el jugador al que este Diario llamó ese año “el mejor fichaje extranjero de Barcelona que desea renovar, que se lo piden los aficionados y sus compañeros en el 2014″. Sin embargo, un año y medio después de esa charla el delgado artillero se marchó.

Reaparece para conversar con EL UNIVERSO y da una sorpresa de entrada: sigue activo, recién colgará los botines la próxima temporada. El Zorro Blanco tiene 39 años, milita en el Club Ciudad de Bolívar, de la tercera división de su país, y desde el 2023 espera poder ejercer la carrera de la que se graduó: director técnico. Tiene el diploma fresco, lo recibió en el 2021. Y el plan de ser entrenador tiene un sueño específico: dirigir a Barcelona SC.

También habló del Clásico del Astillero de este domingo, y sobre los protagonistas de ese duelo recordó dos cosas: la final del 2012 perdida contra los eléctricos y que pudo ser atacante azul antes de enrolarse con los amarillos. No pudo dar vueltas olímpicas porque se fue en agosto del 2016, meses antes de una coronación.

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Con Blanco sucedió algo raro. Su relación con la dirigencia amarilla se enfrió en abril del 2016 porque el atacante presentó un reclamo ante la Ecuafútbol por tres letras vencidas, que en total suman $ 150.000 (por la prima del contrato que firmó a finales del 2014 para extender su vínculo).

“El jugador (Blanco) ya sabe que estamos dolidos con este tema, pero no hay una decisión definitiva (sobre su futuro)”, dijo en su momento Carlos Alfaro Moreno. Distinta suerte tuvo Ariel Nahuelpán. En agosto del 2018 el atacante argentino le pidió a la FEF la suspensión de Barcelona SC por falta de pago de una deuda. Lo curioso de este caso es que Nahuelpán fue alineado en varios partidos, pese a pedir que castiguen a su club. En el 2021 la FIFA ordenó que los toreros le paguen a Nanuelpán diez veces más de lo que solicitaba Blanco ($ 1,6 millones).

Mientras, Blanco cree que el campeón de la LigaPro 2022 será su antiguo equipo y que este ganará el Clásico del Astillero en el Capwell. “Tienen un doble sabor especial” las victorias sobre Emelec cuando son de visita, dice.

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Con su retiro y planificado para el 2023 dice que su siguiente paso será la dirección técnica. ¿Está listo?

Sí. Me recibí como entrenador hace un año y la idea es terminar mi etapa como jugador y ser técnico. Hace dos años, cuando estaba en Grecia (en el AO Egaleo. Mucho antes fue parte del AEK Atenas, con el que jugó la UEFA Europa League), hubo gente de Ecuador que me llamó para sumarme a un proyecto en la parte técnica, pero yo quería seguir jugando. En el 2023 pondré punto final a mi carrera profesional. Como jugador quería retirarme en Barcelona SC, pero es difícil. Aunque mi teléfono celular está listo para que me llamen (sonríe). Es un sueño a largo plazo dirigir a Barcelona; ojalá en algún momento se pueda dar.

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¿Qué recuerda de su paso por Barcelona SC?

Recuerdo todo. Pasé momentos muy buenos en el club. La afición que me recuerdan siempre. Eso me pone contento porque todos sabemos que la amarilla es la hinchada más grande de Ecuador. Extraño muchas cosas.

¿Qué significa para usted que los aficionados toreros tengan un grato recuerdo de su paso por el equipo?

Que sientan aquello es resultado de haber hecho bien las cosas. Siempre quedan recuerdos, que son los más lindos.

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¿Qué me puede decir del Clásico del Astillero? ¿Cómo se vive ese partido siendo los protagonistas los dos clubes más populares?

Son lindos, son partidos únicos. Se empieza a vivir dos o tres semanas antes con una intensidad bastante fuerte por la presión que se tiene. En la calle y en cualquier lugar, la verdad, te lo hace notar la gente. Es un juego lindo, pero tampoco hay que volverse locos. Hay que tomar las cosas con tranquilidad y con profesionalismo en ese momento. La verdad, la pasé bastante bien en cada uno de esos partidos.

Yo estaba en Lanús y me llamó un compañero que jugaba en Emelec (Cristian Nasuti); me contactó para tantear qué posibilidad había. La verdad es que en ese momento dije que no

¿Cuál es el que más recuerda?

El que ganamos de visitante estuvo bueno, es bueno ganar fuera de casa un clásico y con el gol de uno se disfruta de largo. Ganar de visita tiene un doble sabor (sonríe). (Jugado el 19 de noviembre de 2014).

¿Qué le decía la gente en la calle luego de ganar o perder un Clásico?

Si ganábamos, estaba todo bien. Si perdíamos no salía para nada a la calle (sonríe). Esto es así, la gente me brindó todo. Conmigo se portaron muy bien, no solo por los clásicos del Astillero, sino por todo lo que hice allá. Le tengo un gran respeto a la afición.

¿Qué significa hacerle un gol al acérrimo rival?

En cualquier país, hacer un gol en un clásico tiene un doble sabor y más aún si se lo hace de visita. Se festeja doble. Además, como digo, en la semana (previa) se vive un gran ambiente. Es algo lindo porque queda en un buen recuerdo. (Blanco le marcó cuatro goles a los millonarios).

Emelec ganó el título del 2014 en finales contra Barcelona SC. Los seguidores azules repiten que ese es un clavo que los amarillos no se sacarán fácilmente. ¿Usted qué opina?

Ya pasó mucho tiempo de aquello. Cuando jugamos la final de ida en casa la verdad que no entramos bien. Ellos hicieron un gol temprano (Ángel Mena, al minuto 19) y eso nos complicó. Lo empatamos al 88 (gol de Blanco), pero luego sabíamos que teníamos que ir a la cancha de ellos a ganar, sí o sí, porque no nos servía el empate. Pero pasó lo que ya saben todos (los eléctricos golearon 3-0 en la vuelta y se coronaron).

Antonio Noboa, presidente de Barcelona, culpó a Álex Bolaños de la derrota en esa final del 2014 por ser expulsado a los 10 minutos por agresión a Miler Bolaños. ¿Cómo tomó el plantel esa acusación?

No recuerdo bien lo que pasó. Me enteré de cosas que se dicen, pero yo confío 100 % en Álex Bolaños. Se han dicho muchas cosas, pero yo creo totalmente en él.

Usted tuvo que luchar contra dos centrales duros en los clásicos: Jorge Guagua y Gabriel Achilier. ¿Qué recuerda de esas batallas?

Los recuerdo, pero la verdad todos fueron rivales duros. Ninguno fue fácil.

En cualquier país, hacer un gol en un clásico tiene un doble sabor y más aún si se lo hace de visita. Se festeja doble.

En un partido con Independiente del Valle en Sangolquí tuvo que jugar de arquero (fueron expulsados los porteros canarios Máximo Banguera y Damián Lanza y Blanco se puso el buzo. Ganaron los rayados 2-1). ¿Cómo así decidió usted ir bajo los tres palos?

Ahí pude cumplir una meta que tenía: probar como arquero. Para mí esa es la función más difícil dentro del campo de juego. Cumplir la tarea más complicada se dio justo en ese partido en Sangolquí. La verdad no le recomiendo a nadie ser arquero. Primero me pareció todo hermoso, pero después me di cuenta de que era muy difícil (sonríe). Fue una linda experiencia.

¿No cree que en esa segunda etapa del 2014, y en las finales contra Emelec, el esquema de Barcelona SC fue muy conservador?

No, para nada. Cada técnico (los dirigía Rubén Israel, quien falleció el 5 de julio de 2021) ve el fútbol de distintas maneras. Nosotros hicimos un montón de goles y no éramos defensivos. Pero esa apreciación es según cómo ve cada uno el fútbol. En cada partido hicimos dos o tres goles, así que no éramos un equipo defensivo. Hay que tener en cuenta que un equipo grande como Barcelona SC tiene que salir a atacar.

¿Cierto que Emelec también lo buscó?

Sí (en el 2013). Yo estaba en Lanús y me llamó un compañero que jugaba en Emelec (Cristian Nasuti); me contactó para tantear qué posibilidad había. La verdad es que en ese momento dije que no. Pero cuando terminé contrato con Lanús salió la propuesta de Barcelona SC y dije que sí.

¿Qué puede comentar sobre el Clásico de este domingo?

Hay que ganarlo, esa es la primera opción que tiene Barcelona SC. Tiene que salir a todas las canchas a ganar, esa es la obligación que tiene. Todo está parejo y creo que va a sacar un buen resultado en el Capwell. (D)

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