Hernán Galíndez reside desde el 2012 en Ecuador y en el 2019 obtuvo, luego de una larga espera, el documento que lo acredita como un ciudadano ecuatoriano más. Pero como el propio guardameta lo manifestó, no lo hizo para liberar un cupo de extranjero en el equipo donde brinda sus servicios (Universidad Católica), sino “porque amo este país” y “me dio cosas que Argentina no”. Además, el futbolista aseguró que cuando deje la actividad profesional se quedará viviendo en Ecuador con su familia.