Entre la nulidad por la que se movió Países Bajos durante 83 minutos, surgió Frenkie de Jong para inventarse un pase perfecto, remachado por la cabeza de Cody Gakpo, y crear una victoria crucial de la nada para la selección naranja, que disimuló las dudas con un premio seguramente excesivo, con tres puntos que lo ponen a la altura de lo que se esperaba de su debut, muchísimo más productivo en el resultado que en el juego, con el 0-2 de Davy Klaasen ya a última hora.