¿Todavía se puede decir y creer que la cosa va ‘viento en popa’? Por no clasificar a los cuartos de final de la Copa Sudamericana 2023 no ingresarán $600.000 a la caja registradora de Emelec, premio que la Conmebol entregará a los equipos que se metan a la fase que reunirá a los ocho mejores del certamen.
Con barrida -como se dice en el béisbol de las Grandes Ligas cuando una novena se queda con una serie al dejar en cero triunfos al rival- el discreto Defensa y Justicia despachó a Emelec en los duelos de ida y vuelta. Victoria argentina en el estadio Capwell -donde nadie respeta al anfitrión en esta temporada- y caída eléctrica en la visita. En un muestrario de mediocridades que duró 180 minutos, de lado y lado, el global de 3-1 en contra sentenció a Emelec: quedó marginado de la Sudamericana.
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El desafío al que ahora se enfrenta Emelec tras ser eliminado de la Sudamericana
El entrenador Hernán Torres -quien dejó fuera del primer plantel a Édgar Lastre, Bryan Carabalí y John Jairo Sánchez, como castigo por indisciplina- usó en la rueda de prensa varias palabras y frases que no encajan con el desempeño de Emelec ante Defensa y Justicia. “Jerarquía”, “gran trabajo”, “generó fútbol”, “probó fútbol”. Sin embargo, a pesar de las expresiones amables del colombiano, los errores defensivos, la incapacidad para anotar goles, y un mediocampo que no crea y es flojo en la marcación, resultan una terrible mezcla del 2023. A causa de esas deficiencias hubo barrida en dos compromisos.
Estadísticas lamentables
El adiestrador cafetero también mencionó esto: “Pienso que el presidente, la junta directiva, jugadores y cuerpo técnico estamos unidos para luchar y conseguir los objetivos que nos hemos propuesto”. ¿Cuáles son esos objetivos? Por ahora salvar la categoría en el campeonato de la LigaPro.
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Los números no dejan de condenar a Emelec en la campaña en curso. En la primera etapa del certamen nacional implantó varios récords tristes que golpean a su brillante historia. En las seis jornadas iniciales perdió cuatro veces: fue en ese momento el peor arranque de campeonato para los millonarios en lo que va del nuevo milenio.
Luego, con el correr de los encuentros el 2023 se convirtió, en la jornada número doce, en el peor comienzo de torneo ecuatoriano en la historia de Emelec, con apenas dos victorias. Ni cuando descendió en 1980 los números emelecistas fueron tan lamentables en la primera ronda
31,25% de puntos en Liga Pro
La Liga Pro este año ha sido un tormento para la escuadra del Astillero. En 1983 tuvo, tal como padeció en el 2023, una racha de nueve partidos seguidos sin ganar. Aunque hace 40 años no fue en el inicio, sino en la segunda etapa, entre las fechas números cinco y trece (perdió cinco veces y empató cuatro).
Ahora, entre el comienzo de la segunda ronda de la competencia doméstica (con una jornada disputada), la serie de playoffs rumbo a octavos de final de la Copa Sudamericana, y su participación en dicha instancia Emelec suma cinco juegos y en apenas uno de ellos venció (más dos derrotas y un par de empates).
De esa forma las estadísticas calamitosas no cesan de darse. En la tabla acumulada de la Liga Pro los azules son antepenúltimos, con 15 puntos en 16 jornadas (de 48 unidades solo rescató el 31,25%. Paupérrima efectividad). Emelec está peligrosamente a uno y dos puntos, respectivamente, de los cuadros que se ubican en zona de descenso a la serie B: Libertad (14) y Guayaquil City (13).
Plantilla pobre
En resumen, en los que va del año Emelec ha jugado 27 partidos oficiales (16 de Liga Pro, y 11 de Copa Sudamericana, entre ronda preliminar, de grupos, playoffs y octavos de final) con una raquítica cantidad de juegos ganados: solo siete (es decir, el 25,93% de los partidos).
Tiene, para su desgracia, ocho extranjeros de pobre nivel. También un repatriado que es un fiasco, Bryan Angulo. A sus fracasos en México y Brasil el Cuco le agrega otro en su vuelta al país. Con la excepción de Pedro Ortiz, un arquero notable, y de Miller Bolaños -aunque con constantes ausencias por lesión-, el Emelec de hoy cuenta con una terrible legión de futbolistas, entre nacionales y foráneos. Para tener una idea de la baja calidad generalizada, en las versiones del tricampeonato 2013, 2014, 2015, y en la plantilla que ganó el bicampeonato de 1993 y 1994, muchos habrían sido terceros suplentes.
¿Dónde habrían encajado, por ejemplo, los limitados Aníbal Leguizamón y Caín Fara en la extraordinaria defensa que conformaron Dannes Coronel, Máximo Tenorio, Iván Hurtado y Luis Capurro? ¿Cuándo habrían jugado los improductivos Alejandro Cabeza, Diego Demonio García, o John Jairo Sánchez en el Emelec de Gustavo Quinteros? El “objetivo” que menciona Hernán Torres será, con un plantel escaso en cuanto a alta categoría, evitar el descenso, como prioridad. (D)