Eran tiempos en que la Federación Deportiva del Guayas producía docenas de jugadores que engrosaban las filas de los grandes clubes de Guayaquil. De otras provincias llegaban unos cuantos que debían luchar para hacerse un lugar, dada la clase de los futbolistas porteños. Los campeonatos federativos, en el hoy demolido estadio Ramón Unamuno, eran una fiesta. Grandes equipos como Diez de Agosto, Rocafuerte, Caribe, Italia, Manta, Inglaterra, Huracán, Luq San, Uruguay, Chile protagonizaban verdaderos clásicos con llenos totales.